Acabo de publicar un artículo en La Región donde reafirmo mi convicción: crecer no significa renunciar a lo que nos hizo grandes. 🚀
En él reflexiono sobre los desafíos que enfrentan las compañías digitales que empiezan a cotizar o a captar inversores:
• Mantener la agilidad y cultura que impulsaron el proyecto inicial, incluso bajo estructuras de mayor escala.
• Preservar el enfoque en el cliente, asegurándonos de que cada decisión aporte valor real.
• Fomentar entornos de confianza, transparencia y autonomía, donde el talento pueda prosperar.
• Aprender a decir no a oportunidades que desvían de nuestro propósito estratégico.
Como menciono en el artículo, “El capital acelera, pero la cultura sostiene”. Crecer sin alma no tiene sentido.
