Ayer viví una jornada verdaderamente emocionante.
Volver al Edificio Politécnico de Ourense, donde pasé una gran etapa de mi vida, fue reencontrarme con mis orígenes. Pero más allá de eso, tuve el privilegio de asistir a las graduaciones de todas las titulaciones de la Facultade de Ciencias Empresariais e Turismo de la Universidade de Vigo: Turismo, ADE, el doble grado ADE-Dereito, el Máster en Xestión Empresarial do Deporte y el Programa Universitario para o Emprego e Vida Autónoma.
Fui elegido padrino institucional de la XV promoción del Grao en ADE y de la VII del PCEO ADE-Dereito. Un honor inmenso… pero, sobre todo, una gran responsabilidad: entregar sus diplomas, compartir palabras de experiencia y acompañar a quienes hoy comienzan su propio camino.
Tuve la suerte de encontrarme con personas a las que no veía desde hacía más de 20 años. Profesores, antiguos compañeros, rostros que me marcaron en el pasado. Y sentí una gran paz. Porque a pesar del tiempo, todo seguía en su sitio: cada uno con su vida, sus proyectos, sus caminos. Fue como si el tiempo no hubiera pasado, y al mismo tiempo, como si todo hubiera evolucionado en armonía.
Recibí un regalo precioso: una obra de la serie homenaje de FCETOU y Baldomero Moreiras dedicada a los sectores clave de Ourense. Una pieza que representa nuestras raíces y nuestro potencial.
Gracias a la Universidade de Vigo por esta oportunidad. Y gracias a cada persona que forma parte de esta comunidad por hacerme sentir, una vez más, como en casa.